Te dejaré volar
hasta donde tu impulso lo requiera
no tendrás miedo
porque sostendré tu viaje
con manos suaves como el aire
pero firmes como cadenas,
donde podrás afirmarte
o saltar hacia tus propias quimeras.
Heme aquí al borde del espacio y lejos de las circunstancias Me voy tiernamente como una luz Hacia el camino de las apariencias Volveré a sentarme en las rodillas de mi padre Una hermosa primavera refrescada por el abanico de las alas Cuando los peces deshacen la cortina del mar Y el vacío se hincha por una mirada posible... Vicente Huidobro