Conciente de ser huella
taladrada
en la memoria
empuñada
de la pared que he creado
con mis propias
piedras.
Heme aquí al borde del espacio y lejos de las circunstancias Me voy tiernamente como una luz Hacia el camino de las apariencias Volveré a sentarme en las rodillas de mi padre Una hermosa primavera refrescada por el abanico de las alas Cuando los peces deshacen la cortina del mar Y el vacío se hincha por una mirada posible... Vicente Huidobro