Conciente de ser huella
taladrada
en la memoria
empuñada
de la pared que he creado
con mis propias
piedras.
Heme aquí al borde del espacio y lejos de las circunstancias Me voy tiernamente como una luz Hacia el camino de las apariencias Volveré a sentarme en las rodillas de mi padre Una hermosa primavera refrescada por el abanico de las alas Cuando los peces deshacen la cortina del mar Y el vacío se hincha por una mirada posible... Vicente Huidobro
2 comentarios:
Aquello no tiene fondo,
pero si fundamento.
La paradoja es como el agua,
y las huellas sobre ella.
Exquisito homenaje a la huella, somos roca, agua y humo.
Que maneras de mujer, de poetisa, de sabia simbología, que espacio tan especial, merece la pena parar el mundo para descansar en los pechos de tu parnaso de imágenes versadas.
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